Cuando empecé con el blog me puse una rutina de escribir por lo menos una vez al mes con temas de vuestro interés, ya que sois muchas las que me escribís al correo con muchas dudas. Era la mejor forma de contestaros a todas. De un tiempo a ésta parte no he podido escribir mucho. La comunidad de Mujeres en Bici ha crecido exponencialmente y en algunas ocasiones me falta tiempo para sentarme en el ordenador. Eso sí, sigo contestando los correos, una media de 20 al día, y lo hago yo sola, no delego en nadie.
Hoy quiero escribir en el blog porque quiero contaros todo lo que he pasado este año y que gracias a vosotras he podido llevarlo lo mejor posible.
Hace un año recibía una de las peores noticias de mi vida. El diagnóstico del cáncer de mi marido. Te puedes imaginar, recién casados hacía sólo un año, a principios de agosto, con un montón de proyectos juntos, de viajes, de ilusiones… se me cayó el mundo encima. De repente todo se paró, y me pasé varios días llorando, sin ninguna ilusión, ni ganas de andar en bici… nada. No quería ni salir de la cama. Seguí trabajando, casi como una zombie. Los wasapp del club Bizikume seguían llegando, y casi ni los leía. Vuestros emails se me acumulaban… Hasta que un día me dije que no podía dejar de lado aquello con lo que con tanta ilusión había nacido de mí. Poco a poco fui recuperando mi rutina de salidas en bici, sólo a pasear, salía con las chicas casi fingiendo que todo iba bien, hasta que lo empecé a contar. TODAS me ayudasteis un montón. No os podéis imaginar qué bien me vino el club, el grupo, la comunidad de Mujeres en Bici. El trabajo de contestaros, el escribir el libro, el seguir con la programación de salidas, los cursos, los viajes de Tracks… Y todo con Javier en pleno tratamiento de quimio. El me apoyaba en todo lo que hacía porque me veía ocupada y entera.
No sé de dónde pero aún saqué fuerzas para realizar uno de los sueños de mi vida. Correr el mundial de Ciclocrós en Bélgica. De cría siempre había competido en Ciclocrós, con buenos resultados en los nacionales, pero la tercera plaza siempre se me escapaba, y a la selección sólo iban tres… así que un día me dije, cuando cumpla los 40 correré de veterana. Y justo era éste año.
Al principio me pareció mal. ¿Cómo me iba a ir dejando a Javier sólo en el hospital? ¿Qué iban a pensar los demás? Pero lo hablé con él. El grupo ya se estaba formando, todos estaban entrenando duro, y yo aún hacía paseicos… Hasta que me convenció para ir. Me dio su visto bueno, yo lo necesitaba, y empecé a entrenar. Tenía un mes duro por delante, pero me organicé como nunca para trabajar, entrenar y subir al hospital. Además de seguir con mi grupo de mujeres. Muchos días se me acumulaban hasta 200 wasap de las chicas con muchas dudas que resolver. Desde qué bici me aconsejas, estaré preparada para tal marcha, cómo la puedo entrenar…
Y allí que fuimos a Bélgica en pleno diciembre, con la misma ilusión que con 20 años. Y participé con un 9º puesto que me supo a gloria. Mis compañeros le retrasmitieron la carrera a Javier en directo, bendita tecnología, y me contó que lo vivió como si hubiera estado allí. Fue un acierto ir ya que la experiencia fue buena para los dos.
De vuelta ya en España seguí trabajando con el grupo de Mujeres en Bici. Primero montamos un grupo para ir Tracks del Diable, una de las rutas más bonitas que he hecho. El grupo fue el ideal, todas con muy buen rollo, que sin conocerse de nada, pronto hicieron buenas migas y a día de hoy siguen planificando aventuras juntas.
Yo seguí con mis entrenos y carreras, corrí la Vuelta a Aragón, y la San Sebastián -Barcelona por equipos aún sabiendo que en cualquier momento me podían avisar que Javier me necesitaba. Él me seguía desde el hospital y nos ayudaba a romper la rutina del día a día. Fuero casi 6 meses de ingreso contínuo.
En febrero me llamaron de Specialized para ser embajadora. Al principio me costó reaccionar, ya que a mí nunca nadie me ha dado nada, ni me ha gustado pedir. Me dijeron condiciones y acepté. Ya sabes, poner hashtag y fotos de las bicis, hacer quedadas con chicas… No cambió nada de lo que ya venía haciendo antes. Bueno, sí, que me tuve que aprender unas palabras en inglés.
Yo seguía montando quedadas con bastante éxito como el reto 100k de carretera, que vinistéis 50 chicas, el de 50k de btt con casi 40 mujeres, haciendo cursos una vez al mes, dando charlas motivacionales… al triatlón de la mujer conseguí preparar y animar a 14 chicas, para todas era la primera vez en un triatlón, toda una aventura para ellas y una experiencia inolvidable para mí. Los dos staff en pirineos con las chicas, subiendo los colosos del tour, Tourmalet, Hautacan, Peyreagudes…
Con Javier ya fuera del hospital y curado, llegó la sorpresa del año, Specialized me seleccionaba junto a otras embajadoras europeas a asistir a la final del Tour de Francia, en zona vip, con todo pagado. A mí, que siempre había ido a pirineos a ver la carrera, que me emociono viéndolo desde la tele cuando salen rodando por las calles de París… Buahhh!! Allí que fui. Sin saber mucho de inglés y sabiendo que eso podía ser un hándicap, no podía rechazar la oferta.
Poder rodar por el circuito unas horas antes que los profesionales, pasar por el arco del triunfo, estar en zona vip con champang y bocaditos, estar con los ciclistas después de la etapa… Un sueño irrepetible. Y aún hay más, allí mismo pude conocer a las mujeres que habían estado haciendo las mismas etapas del tour, entre ellas dos españolas, Anna Barrero con la que pude charlar un rato de su gran reto y Pilar Vidal que ya se había ido. El club era Donnons des elles au vélo, y fueron haciendo las etapas igual que el tour de hombres, km a km, sin las infraestructuras ni apoyo que ellos tienen, pero con la misma ilusión y pundonor que cualquiera de ellos.
Todo tenía su sentido. Mi mundo, el de las bicis, mi condición de mujer, mis experiencias, mi dedicación, mi caída, y mi resurrección cual ave fénix, y todo gracias a TODAS vosotras que me pedíais seguir tirando del carro. Como buena gregaria. Trabajar para la gran comunidad de Mujeres en Bici.
Así que ahora que ya todo está más o menos bien por casa, seguiré con mi trabajo de embajadora para specialized y community manager. Con un nuevo libro en el horno, con los cursos, viajes programados, excursiones… Me encanta!!
Gracias a todas por compartir vuestras aventurillas conmigo. Nos vemos dando pedales!!
Ufff!!! Me has dejado sin palabras. 100×100 inspiradora.