Una de las ventajas de pertenecer a un club es que siempre hay un equipo de personas dispuesto a organizar algún evento.
No nos planteamos organizar una marcha cicloturista por el papeleo y el curro que lleva, y lo que hacemos es organizar un par de quedadas al año que con una buena organización, nada tienen que envidiar a las marchas cicloturistas.
Bizikume como club nació en Navarra y es ahí donde comenzaron nuestros retos, el Reto 100km de carretera y el Reto 50km Btt. Este año con la entrada de las provincias vascas se han creado nuevos retos para tener en cuenta.
Y es que es un formato que nos gusta.
Muchas mujeres que se inician en el mundo de la bici de carretera nos dicen que nunca han hecho 100km, que asusta un poco el número, y que no se sienten capaces.
Desde el principio lo tuvimos claro. Eres capáz de hacerlo sola, pero, gracias al Reto100km, te vamos a dar el primer empujón para que lo compruebes por ti misma. Nos juntamos alrededor de 50 mujeres para acompañarte en este día tan importante.
Un equipo de trabajo se encarga durante los primeros meses del año de diseñar el recorrido, que sea lo suficientemente atractivo como para que disfrutes del paisaje, y no muy duro para que termines con ganas de mas.
Y en este año, la zona a recorrer eran nada más y nada menos que las Tierras de Iranzu , cerca del embalse de Alloz, en Navarra.
En primavera, la zona está tan verde que deslumbra, y el paisaje se hace muy agradable a la vista, con suaves colinas para jugar a los toboganes.
El reto comienza puntual, en el camping de Aritzaleku, tras la firma de la hoja de responsabilidad civil, y contamos con las guías, coche de apoyo y avituallamiento. El primero fue en la campa del monasterio de Iranzu, un lugar con un encanto especial. La jornada va a ser larga y hay que reponer fuerzas.
Los km van pasando y el calor comienza a pasar factura, pero las organizadoras están en todo y ya habían contado con ello, así que volvemos a parar en Ancin, y en el camping de Acedo. El recorrido por estos lugares es más llevadero.
Para finalizar la ruta, llegamos a la subida reina del día. La subida de la presa que nos llevará de nuevo al punto de salida. En esas rampas, los 90km que llevamos encima comienzan a pesar y algunas sufren más de la cuenta. Pero lo bueno que tiene este deporte es que siempre tienes con quien apoyarte para una subida como esta, y en este caso, entre todas nos animamos y conseguimos llegar arriba.
El punto final lo marcan la comida en el camping y el sorteo de regalos para todas las asistentes.
Objetivo cumplido. Para muchas un sueño hecho realidad que gracias al apoyo de las compañeras somos capaces de hacer cualquier cosa que nos propongamos.
Te esperamos el año que viene!!