A ti lo que te gusta es la bici.
Has descubierto un mundo nuevo: te da libertad, te conecta con la naturaleza… Te engancha.
Y ahora te digo que tienes que entrenar la fuerza, ¿qué te parece?
Seguramente tu primer pensamiento haya sido «qué rollo» o «uff, ¿gimnasio?»
No te asustes. No voy a hablarte de sesiones interminables de gimnasio, ni de rutinas aburridas.
Sólo quiero que conozcas los beneficios de trabajar la fuerza, nada más.
¿Te apetece saber cuáles son? Allá van:
5 motivos para entrenar la fuerza
#1 Te ayuda a regular tu peso
Sí, has leído bien.
Entrenar la fuerza va a hacer que desarrolles tus músculos.
Y si tus músculos «crecen», tu cuerpo va a consumir más. Porque a la grasa no hace falta alimentarla, pero al músculo sí.
A base de entrenar la fuerza, vas a conseguir que tu proporción músculo/grasa sea mucho mejor, aumentando el primero y disminuyendo la segunda.
Además, has de saber que el músculo pesa más que la grasa. Así que, pesando lo mismo (en kilos) si la cantidad de músculo de tu cuerpo es mayor, tu volumen va a ser menor.
¿Es un poco lío? No te preocupes: El músculo ocupa menos que la grasa. A igual peso, menos talla cuanto más músculo. Y eso es algo que a todas nos interesa, ¿verdad?
Seamos sinceras: a casi todas nos preocupa más la talla de pantalón que lo que marca la báscula.
#2 Previene lesiones
Si solo haces bici, estás usando siempre los mismos músculos y de la misma forma.
Y eso no es lo más recomendable para tu cuerpo.
Pueden aparecer acortamientos musculares, contracturas, lesiones… Y a la larga pueden hacerte estar parada una temporada.
Entrenar la fuerza de forma inteligente te va a ayudar a mejorar en este sentido.
Vas a trabajar otra musculatura, vas a compensar tu cuerpo… Te vas a sentir mejor.
No se trata de hacer pesas por hacer, sino de entrenar la fuerza de una forma correcta.
A la larga te va a venir fenomenal, porque te va a permitir rendir mejor con menos esfuerzo.
#3 Vas a mejorar tu rendimiento
Es posible que no busques otra cosa que la diversión.
Pero oye, a todas nos apetece mejorar día a día.
Y si sientes que esa cuesta que se resistía tanto, ahora ya no es un obstáculo… ¡Menuda alegría!
Entrenar la fuerza te va a permitir mejorar tus capacidades encima de la bici.
Tus músculos van a aguantar mejor el cansancio y van a poder hacer un esfuerzo mayor y más prolongado.
En resumen, te vas a cansar menos y vas a andar mejor (sobre todo cuesta arriba).
#4 Puedes hacerlo todo el año
La bici está muy bien, a todas nos gusta.
Pero… ¿Y cuándo llueve? Hay días que se puede salir, otros que puedes hacer rodillo, pero al final cansa.
Entrenar la fuerza, sobre todo en invierno, es una gran alternativa.
De esta manera puedes desconectar un poco de la bicicleta entre temporada y temporada, darle descanso al culo de tanto sillín y probar con otras cosas, que además al año siguiente te van a venir genial.
Es bueno darle un descanso al cuerpo una temporada y cambiar de aires. De esta manera conseguirás volver con más ganas y no aburrirte de la bici.
#5 No te vas a poner como Schwarzenegger
Es un mito: entrenar la fuerza no hace que crezcas y crezcas hasta convertirte en una culturista.
Para eso hacen falta muchas cosas, entre ellas un entrenamiento muy específico.
Así que en ese sentido, puedes estar tranquila: no vas a ser la nueva Schwarzenegger.
Dento del entrenamiento de la fuerza hay muchas variantes y no todas tienen como consecuencia un aumento del volumen muscular, y mucho menos tan exagerado.
Por lo tanto, puedes entrenar la fuerza sin miedo: los beneficios son mucho mayores que los perjuicios.
¿A qué esperas para entrenar la fuerza?