Cada vez se para menos.
El otro día lo hablaba con mi marido: de unos años a esta parte «todo el mundo» sale en bici todo el año, sin hacer pausa entre temporadas.
Haga el tiempo que haga, ves gente en bici.
Haya la luz que haya, ves gente en bici.
Haya las ganas que haya, ves gente en bici.
Y es que cada vez se sale más en invierno a entrenar y, lo que es peor, también se sale por el simple hecho de salir.
Sarna con gusto no pica, dicen.
También es cierto que las competiciones (y las cicloturistas, que se suponen no competitivas, aunque de eso ya hablaremos otro rato) empiezan cada año antes y terminan cada año más tarde. Va a llegar un momento en el que haya carreras del siguiente año antes que las últimas del año anterior.
En resumen, cada vez se sale más en invierno.
Si es tu caso, hay errores que no puedes cometer al entrenar en invierno.
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3 errores que no puedes cometer al entrenar en invierno
#1 Mantener la intensidad
Una cosa es no parar y otra bien distinta es no hacer ciclos de entrenamiento.
Si mantienes las kilometradas y las intensidades del otoño, el año se te puede acabar haciendo muy largo.
No solo me refiero a mentalmente, porque tu motivación solo la conoces tú. Me refiero al aspecto físico.
El sobre-entrenamiento aparece cuando menos te lo esperas: un día sales a andar en bici y estás andando menos que los días anteriores.
Te encuentras cansada, las piernas no van… E incluso aparecen enfermedades y lesiones.
El descanso es la parte más importante del entrenamiento, así que préstale la atención que se merece.
A principio de año es mejor (salvo que lleves muchos años y te apetezca probar la planificación inversa que usa el Sky) reducir tiempo de entrenamiento y sobre todo intensidad.
Además, te viene bien en todos los sentidos, porque oscurece antes y no es agradable andar apurándole la luz al día.
#2 Olvidarse del entrenamiento complementario
Aprovechando que no hace falta tanta bici (aunque te guste), puedes sacar tiempo para otros deportes.
Te va a venir bien desconectar, o simplemente ejercitar otros grupos musculares para evitar lesiones.
Si eres como yo y te da una pereza terrible el gimnasio, estás de enhorabuena: hoy en día se pueden hacer mil ejercicios en casa con muy poco material.
Abdominales (de los de verdad, nada de estropearte la espalda), parte superior para compensar…
Yo, por ejemplo, hago mucho trabajo de pilates para mejorar el CORE (la parte central del cuerpo).
Hacer un solo ejercicio durante todo el año no es lo más indicado. A todas nos gusta más un deporte que otro (correr, la bici, nadar…) pero al final el cuerpo necesita trabajar todos los músculos.
Por cierto, la piscina puede ser una gran aliada en estos meses de frío y oscuridad. Hace que conserves la capacidad pulmonar, trabajas todo el cuerpo… Y el agua está calentita.
#3 No utilizar la ropa adecuada
Aunque es el más obvio, no lo puedo pasar por alto.
Entre todos los errores que no puedes cometer al entrenar en invierno este es el más importante.
Hoy en día hay ropa específica de mucha calidad, como ya vimos en otro artículo.
Por lo tanto, no tienes excusa: utiliza ropa transpirable pero abrigada, nada de 50 capas que lo único que hacen es restarte movilidad y sensibilidad.
Presta especial atención a la cabeza y los pies, porque son las partes que más rápido pierden el calor.
Y si a lo largo del día va mejorando la temperatura, siempre puedes prescindir de algunos complementos.
Eso sí, si puedes elegir, mejor salir un poco más tarde a rodar. Además de ahorrarte las horas de más frío, te puedes ahorrar también sustos con la niebla, el hielo y la falta de luz.
Estos son, en mi opinión, los errores que no puedes cometer al entrenar en invierno y que sin embargo casi todo el mundo comete.
Ten en cuenta que no parar a tiempo puede suponerte tener que parar por obligación bastante más tiempo del que quisieras, así que entrena con cabeza.
La ropa es esencial!! Gracias por los consejos!
Me alegra que te haya resultado útil 😉